No necesitamos un doctorado para ser caballeros, es un básico de nuestra educación y de nuestra elegancia.
No es sólo cuestión de vestimenta, ni debemos asociar este concepto con una serie de reglas hechas antiguamente para personas de clases sociales elevadas y no para personas comunes y corrientes.
Son sólo detalles que incorporados a nuestra personalidad nos ayudan a actuar correctamente en nuestro contacto social y no sólo con las damas.
Para los que han perdido esa costumbre, tan fundamental para lucir con elegancia, les sugerimos algunos consejos:
- Un caballero va bien vestido, aseado y nunca llega con las manos vacías.
- Un caballero recuerda las fechas, los lugares, es puntual.
- Un caballero habla en voz baja y con prudencia en lugares públicos.
- Un caballero se queja correctamente, no hace escándalos, trata de solucionar los problemas racionalmente.
- Un caballero siempre piensa antes de hablar y nunca interrumpe a los demás.
- Cuando le atacan verbalmente, contesta con elegancia y sin agresividad.
- Un caballero escucha y es paciente, no le interesa solamente ganar una discusión.
- Un caballero acepta una disculpa y sabe ofrecerla cuando es necesario.
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