Son muchos los que piensan que en verano es más difícil mantener una dieta sana y equilabrada debido al cambio de hábitos y a un mayor sedentarismo, pero se equivocan.
Con la subida de las temperaturas el organismo tiene otro tipo de
necesidades nutricionales y exige modificar un poco nuestra dieta.
“Es habitual, por ejemplo,tener menos apetito que de costumbre y
que nos apetezcan alimentos más ligeros y frescos como las frutas o las
sopas frías.”, explica Laura Labernia, responsable de la Unidad de Nutrición y Dietética.
“Es por ello que, en realidad, este contexto es el idóneo para
poder continuar con una dieta ya comenzada o simplemente, mantener una
alimentación saludable sin esfuerzo”, puntualiza Labernia.
No obstante, es cierto que la vida social incrementa en vacaciones y se frecuentan con mayor asiduidad
restaurantes, bares y chiringuitos de playa. “Saltarse la dieta en una comida con amigos es algo normal y no nos hemos de torturar por ello. El secreto está en compensar con el resto de comidas y volver a la dieta habitual cuanto antes”, aconseja la especialista.
restaurantes, bares y chiringuitos de playa. “Saltarse la dieta en una comida con amigos es algo normal y no nos hemos de torturar por ello. El secreto está en compensar con el resto de comidas y volver a la dieta habitual cuanto antes”, aconseja la especialista.
Además, existen algunos trucos que te permitirán disfrutar del verano
y las salidas con amigos y familiares en toda su plenitud, sin
necesidad de hacer grandes esfuerzos:
- Si te apetece tomar un helado sin sentirte culpable a posteriori, puedes substituirlo por un yogurt natural
congelado. ¡Es muy sano, es bajo en calorías y está delicioso!
congelado. ¡Es muy sano, es bajo en calorías y está delicioso!
- Es aconsejable evitar el consumo de alcohol y de refrescos azucarados. No nos aportan ningún nutriente y
sin embargo tienen un elevado nivel calórico. En su lugar, pide un café con hielo, un té o un agua fresquita.
sin embargo tienen un elevado nivel calórico. En su lugar, pide un café con hielo, un té o un agua fresquita.
- No es bueno picar entre horas, pero si es inevitable, olvídate de las patatas fritas y los frutos secos. Nada
mejor y más refrescante que unos pepinillos en vinagre o una pieza de fruta para saciar el apetito.
mejor y más refrescante que unos pepinillos en vinagre o una pieza de fruta para saciar el apetito.
- Procura mantener tus horarios habituales de comida y, sobre todo, no te saltes ninguna ingesta. Recuerda:
desayuna fuerte, come bien y cena ligero.
desayuna fuerte, come bien y cena ligero.
- Lleva siempre una botella de agua mineral encima e intenta beber entre 1 y 2 litros diarios. Te ayudará a
eliminar toxinas, mantener el equilibrio interno del organismo y mantenerte hidratada por fuera y por dentro.
eliminar toxinas, mantener el equilibrio interno del organismo y mantenerte hidratada por fuera y por dentro.
- ¿Te apetece restaurante? Apuesta por la comida asiática. Está considerada como la cocina más saludable y
equilibrada después de la mediterránea.
equilibrada después de la mediterránea.
- Si comes en la playa lo ideal es que te lleves piezas de fruta cortadas en taquitos, que además de no
engordar, te ayudarán a mantenerte hidratada. Si prefieres un bocadillo, que sea de pavo o jamón cocido y
elaborado con pan integral.
engordar, te ayudarán a mantenerte hidratada. Si prefieres un bocadillo, que sea de pavo o jamón cocido y
elaborado con pan integral.
- En la cocina, sustituye la sal por otras especias. Darán sabor y aroma a tus comidas y te ayudarán a reducir
la presión alta.
- Apuesta por los congelados y las conservas. Verduras naturales, pescados, legumbres… Platos fáciles de
preparar y saludables que nunca deberían faltar en tu despensa.
la presión alta.
- Apuesta por los congelados y las conservas. Verduras naturales, pescados, legumbres… Platos fáciles de
preparar y saludables que nunca deberían faltar en tu despensa.
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