Vestidos: David’s Bridal, Foto: Tuty Feliciano
En una ceremonia, los miembros del séquito son los cómplices del amor de la pareja.
Los novios tienen que ser muy rigurosos en la selección de sus
padrinos, damas, caballeros, portador de anillos y florista. A estos se
le suman, los padres de los contrayentes.
Con el paso de los años, hay parejas que se han decidido sólo por
damas, o analizan si aumentan el número de padrinos. Asimismo, los
noviecitos han ido despareciendo. Los niños se encargan más de llevar
los anillos, arras o flores.
En el desfile rumbo al altar, ya no es el padre quien entrega exclusivamente a la futura esposa.
Otro detalle que está a discreción de la pareja es que la familia del
novio se ubique en el templo a mano derecha y la de la novia, a mano
izquierda. Sólo cumplen con este ritual los más allegados, porque los
amigos y demás invitados optan por el asiento que deseen.
El padrino debe ser un amigo incondicional del novio y es quien lo
ayuda durante toda la ceremonia. Muchos expertos aseguran que él mismo
es quien tiene que seleccionarlo.
La madrina colabora con la novia a la hora de vestirse, le organiza
la despedida de soltera, y vigila que luzca impecable en la iglesia.
El séquito posee un papel fundamental en la ceremonia y recepción.
Tanto, que quedan en la mayoría de las imágenes para la posteridad.
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