Si bien nunca estudió moda, hizo una valiosa
experiencia trabajando para la famosa casa clásica de caballeros Brooks
Brothers y, posteriormente, pasó a desempeñarse como vendedor regional
de Rivetz Abe, un fabricante de corbatas de Boston.
Nacido en el seno de una familia judía emigrada de Pinsk (actual
Bielorrusia, por entonces parte de la Unión Soviética) a la ciudad de
New York, el menor de los tres hermanos se crió en un ambiente muy
austero (su padre era pintor de brocha gorda) en el modesto barrio del
Bronx.
Desde chico Ralph tuvo muchos sueños, desde la práctica del béisbol a
raíz de la idolatría que le tenía al célebre Joe Di Maggio, a su
fascinación por el mundo del cine, donde solía pasarse días enteros
viendo sus películas favoritas y deseando convertirse en John Wayne,
Fred Astaire, Frank Sinatra o Cary Grant, siempre sabiendo que debía
exigirse mucho para alcanzar alguna vez aquello que tanto anhelaba: ser
reconocido y millonario.
Así, mientras asistía al Marsha Stern Talmudical Academia o al De
Witt Clinton High School, se las arreglaba para hacer distintas changas
después de hora y así poder empezar a vestirse a la moda y dejar de
heredar las prendas de sus hermanos mayores. De hecho, algunos de sus
compañeros del MTA recuerdan a Ralph como aquel que les vendía las
corbatas. Y en el anuario de graduación del Clinton, en 1957, estampó
bajo su fotografía su mayor deseo: quería ser millonario.
Ralph Lauren y el mundo de la moda
Al terminar el colegio, por sugerencia de su hermano Jerry, ambos
cambiaron su apellido Lipchitz por Lauren y Ralph ingresó al Baruch
College de New York a estudiar negocios: de allí se retiró a los dos
años. Al salir, contrajo matrimonio con Ricky Low-Beer, quien sería su
mujer de toda la vida, su musa inspiradora y la madre de sus tres hijos
Andrew, David y Dylan.
Si bien nunca estudió moda, hizo una valiosa experiencia trabajando
para la famosa casa clásica de caballeros Brooks Brothers y,
posteriormente, pasó a desempeñarse como vendedor regional de Rivetz
Abe, un fabricante de corbatas de Boston. De su interacción con los
clientes comenzó a sacar sus propias conclusiones: era el momento de un
cambio de look. Para ello, decidió proponer a sus jefes diseños más
osados, con nudos más anchos y mayor gama de colores, pero luego el
proyecto fue desechado por las nuevas autoridades de la firma. Lejos de
amilanarse, Ralph Lauren juntó sus cosas y salió en busca de alguien que
creyera, como él, en las nuevas tendencias.
Así encontró eco en la Beau Brummel Neckwear que sí aceptó el desafío
y lo puso a trabajar en su propia colección. El nombre Polo se impuso
sobre otras ideas, por su elegancia, su aire británico y su alusión
esencialmente deportiva. La primera colección, que se vendió en un
santiamén, le dejó nada menos que U$ 500.000. En 1969 abrió su primer
local en la cadena de tiendas Bloomingdale´s y a partir de allí logró
imponer un estilo de vestuario casual y desenfadado con reminiscencias
de la moda universitaria tradicional estadounidense.
La independencia definitiva
Años después, Ralph Lauren recibió el encargo de diseñar el vestuario para el film El Gran Gatsby,
basado en la novela homónima del gran F. Scott Fitzgerald. El estilo, a
la vez sobrio y elegante con que vistió a los protagonistas Robert
Redford y Mia Farrow, le valió una popularidad inusitada y hasta una
nominación al Oscar de la Academia. A partir de entonces, con su propia
casa de modas y con el lanzamiento de su línea de ropa femenina, Ralph
Lauren logró convertirse en un verdadero clásico. Y en uno de los
hombres más ricos del mundo según la revista Forbes.
Sin embargo, el diseñador no se durmió en los laureles. El nacimiento
de sus hijos le inspiró una colección para niños; la decoración de sus
nuevas propiedades, una completa línea para el hogar y su rancho en
Colorado, una línea de ropa inspirada en los cowboys. Ralph Lauren nunca
dejó de diversificarse ni de apostar a lo novedoso y audaz. Un
verdadero marcador de tendencias, que ha impuesto un estilo de vida que
llega hasta nuestros días, con la prenda perfecta para cada momento del
día.
Los tiempos modernos
Ralph Lauren es uno de los más innovadores líderes en diseño y
negocios, un ícono cultural que ha construido una marca global
multibillonaria durante los últimos 40 años. Su carrera ha merecido
numerosos tributos por su rol dentro de la industria y es además
reconocido por su fuerte compromiso con la filantropía, tanto en forma
personal como corporativa con su Fundación Polo Ralph Lauren que apoya
iniciativas que benefician el cuidado del cáncer y la prevención y el
voluntariado para comunidades marginales.
Hoy en día, la Compañía es líder en diseño, marketing y distribución
de productos Premium en cuatro categorías: indumentaria, casa,
accesorios y fragancias. Polo Ralph Lauren opera en más de 300 locales
alrededor del mundo, con recientes expansiones internacionales en Dubai,
Corea y París. Este último local de 2150 m2, uno de los más grandes y
exquisitos del planeta, está emplazado en un edificio del año 1600, fue
concebido como su boutique insignia en Europa y alberga el primer
restaurante Ralph´s en el viejo continente.
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