Todas las mujeres del planeta nos enfrentamos casi diariamente a estos dos pequeños inconvenientes que pueden llegar a convertirse en graves. Las ojeras y las bolsas son antiestéticas, parecemos agotadas y da la impresión de que ¡nuestra salud nos ha abandonado!
Hay muchos motivos por los que, en etapas de nuestra vida, tenemos más ojeras o más bolsas... pero te vamos a descifrar el por qué y el cómo solucionarlo.
A partir de ahora vas a tener una cara impecable absolutamente todos los días, solo necesitas saber de dónde vienen estos problemillas y ¡cómo solucionarlos!
Las bolsas pueden llegar a ser más antiésteticas que las ojeras. Con ellas, nuestra mirada tiene una apariencia triste y envejecida. Esta hinchazón en el párpado inferior puede aparecer por retención de líquidos, porque tenemos en esa zona grasa localizada o, desgraciadamente, por genética pura.
Existen muchos remedios caseros para disimularlas pero pocos son efectivos. Por ejemplo, colocar las famosas rodajas de pepino que nos ponemos a veces en los ojos esperando un resultado mágico, tan solo producen una leve contracción de la bolsa y pueden disimularla pero luego, la bolsa, vuelve a aparecer rápidamente.
El he aquí unos consejos mediante los cuales tus bolsas pueden disminuir:
- Duerme con la cabeza más alta que el cuerpo: con una almohada o dos y así, el líquido se acumulará menos en la zona facial, en concreto en las bolsas oculares. De esta manera, nos levantaremos con mejor aspecto y con los ojos menos hinchados.
- Cena ligero y con poca sal: ayuda a una menor retención de líquido y, por tanto, a tener un mejor aspecto por la mañana.
- Lávate la cara con agua muy fría por la mañana.
- El ejercicio físico a primera hora (simplemente andar) acelera la eliminación de líquidos en la zona facial.
Si tu problema con las bolsas es más grave y crees que así no solucionarás nada existen más remedios como, la Blefaroplastia química. Es una sencilla técnica que se realiza en consulta y no requiere anestesia. Consiste en la aplicación de un "peeling medio" localizado que provoca una descamación de la capa superficial de la piel (la epidermis dañada) de forma controlada. A continuación, se aplican unos polvos cicatrizantes que aceleran la curación de la herida durante los primeros días. El tratamiento dura menos de 10 minutos y los resultados son muy duraderos, ya que lo que se consigue con este procedimiento es una epidermis nueva y regenerada, sin arrugas ni flacidez.
El otro problema que nos trae de cabeza, las ojeras, ¿sabemos por qué aparecen? El estrés, los trastornos alimentarios, la retención de líquidos, la herencia genética y, por supuesto, el dormir poco y mal son algunas de las causas por las que sufrimos más ojeras.
El Doctor González Vidal explica lo que sucede cuando intentamos disimularlas aplicando frío: "Se produce una vasoconstricción y, por lo tanto, una disminución del líquido que sale de los vasos. Si el frío se utilizara cada día y de forma constante podría haber una mejoría, pero luego volvería a empeorar si se deja de aplicar".
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