Esta temporada de verano 2012, inició con una tanda de vestidos con colores muy vivos como el rojo, naranja, amarillo y celeste. Colores que no se han usado tanto en años anteriores. También podremos ver, como se ha visto en la temporada pasada, distintos tipos de estampados que han tenido gran éxito entre las distintas consumidoras de todas las edades.
La venta de este tipo de prendas aumenta significativamente en el verano, ya que las mujeres lo utilizan tanto para ir a la playa, como para salir de noche. Para lo que resta de la temporada, los diseñadores más famosos de la alta costura, ya se están organizando para un sinfín de desfiles que vendrán, donde podrán mostrar sus diferentes colecciones.
Se puede apreciar cada vez más, como los diseñadores ya no piensan tanto en realizar vestimenta para las mujeres esbeltas y con un cuerpo modelado, porque eso claramente está muy lejos de la realidad e induce a las jóvenes a querer un cuerpo extremadamente delgado y a la vez perjudicial para su salud. Por eso la ropa apunta cada vez más a la comodidad, sin perder lo estético.
El vestido, es la opción más elegida por las clientas en las tiendas de ropa en el verano: les da la posibilidad de sentirse confortables y bellas con él.
Al momento de ir de vacaciones a la playa, el vestido en sí es una prenda muy versátil y útil. El mismo modelo puede utilizarse para varios momentos del día, dependiendo de los accesorios con los que se lo acompañe, para pasear en la playa junto con el suave Sol de las 5 de la tarde; y para salir a inundarnos de la luz de la noche.
Si queremos utilizarlo para salir de noche, sólo tenemos que ocuparnos de elegir los accesorios adecuados y pensar en unos lindos zapatos que lo hagan resaltar. Tan sólo con eso podemos transformar la esencia de la prenda y darle un toque personal: un estilo.
Sin importar la ocasión todas las mujeres coinciden en que es una prenda cómoda, simple y que ocupa poco lugar en la valija. Sin embargo, hay algo que nunca debemos olvidar empacar y siempre debemos tener a mano: la actitud. No importa el modelo, color o estampa del vestido. Si la persona que lo viste no lo hace con actitud siempre algo en el "look" estará incompleto.
Es un accesorio muy importante que siempre debemos tener con nosotras y que combina con absolutamente todo. Si recordamos llevarla a todos lados, no importa qué estemos vistiendo, siempre nos sentiremos bellas.
Los vestidos para estaciones calurosas sin duda deben otorgar una sensación de frescura y libertad, que le permita a la mujer desarrollar sus tareas de manera confortante y amena.
La textura de la tela en los vestidos veraniegos debe ser lo más fina, delicada y fresca que se pueda; ya que si se hiciera un modelo de vestido con la textura de una tela como por ejemplo el nailon sería liviana e incluso bonito, pero es una tela de textura y soporte totalmente muy grueso y sofocante ya que la misma no cuenta con poros o entretejidos lo suficientemente amplios como para que la piel pueda tener una ventilación.
Hay gran variedad en vestidos con distintas telas frescas para esta temporada, por ejemplo, una tela que es muy recomendada y suele gustarle mucho a las chicas es la fibrana, ya que es muy liviana, con una caída increíble, además es económica, es ideal para soleros, faldas y vestidos estilo "paisana". Para un modelo más formal, se suele recomendar la tela de gasa por su liviandad y textura etérea, ideal en vestidos lánguidos, para eventos de categoría y de noche.
Los vestidos livianos para usar en el verano deben ser sueltos, de una tela que no se ajuste al cuerpo, de esta manera serán más cómodos para la movilidad de la mujer que lo utilice. Las telas más usadas para los vestidos de esta estación del año generalmente son telas la gaza, algodón, modal, bambula, lino y seda fría, esta última tiene una mejor caída y es muy fresca. Cuanto más fresca y liviana es la tela, más cómodo será el vestido y menos se sufrirá el calor.
De todas estas opciones, las más elegidas suelen ser lino y el algodón, ya que no son muy calurosas, se son livianas para usar durante los días de calor y su precio no es muy elevado; el único problema que tienen estas telas es que se arrugan fácilmente y no dejan lucir la figura acorde al cuerpo de cada una. Teniendo en cuenta estas desventajas, la mejor opción para el verano es la tela de cachemir, porque no tiene los mismos inconvenientes que el lino y el algodón, entonces se conserva la posibilidad de poder lucir las curvas femeninas, se amolda al cuerpo de la mujer y además es mucho más fresca y cómoda.
Los colores del vestido preferentemente deben ser claros, como el blanco, beige, verde, rosados, etc. Nada de negro ni colores oscuros porque esos colores atrapan el Sol y generan mucho más calor del que hace en realidad.
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