Y sí señores Frida Giannini lo ha vuelto a hacer, un show de lo más boho – estilo por el que se gusta mucho ella, y que no sólo domina, sino borda – fue el hilo general de la propuesta de la firma Gucci, para el .Otoño -Invierno 2012/2013 Aunque el bohemio de este año de la casa italiana era mucho más aristocrático que otras veces.
Mucho negro, escala de grises, algún que otro tono tierra y sobre
todo acentos en turquesa y rojo vino fueron los colores estrella por los
que la mítica casa italiana apostó, una paleta cromática tan inspiradora como todos y cada uno de los looks.
Floreados sí, aterciopelados también
Elegante, refinado, con muchas clase, atrevido pero clásico, formal pero nada aburrido. La directora creativa con más visión de futuro de los últimos tiempos – con permiso de Miuccia, que también – nos da algunas de las claves de la próxima season. Ella además predicando con ejemplo cerró el esperado desfile con un escueto saludo y un look masculino tailoring- chic, bien perfecto para cualquier caballero.
Mientra en Prada se decantaban por los adamascados en Gucci preferían los floreados victorianos sobre ultra-delicados terciopelos. Americanas e incluso abrigos se vestían de este delicado tejido, que continúa su reinado como material classy estrella (este año el velvet ha sido el crack en las alfombras rojas).
Hojas de acanto acompañando floreados brillantes sobre looks muy vestidos, en un clasicismo antiguo que cosas del buen hacer, gracias a Giannini se ven modernos. El cárdigan de punto de cashmere sustituye al típico chaleco sartorial, un detalle estilístico que se repite a lo largo de todo el catwalk. Imprescindible el de color rojo vino y gran escote en pico.
Siluetas lápiz y prendas exteriores contundentes
El pantalón de lleva ajustado, muy recto y en una silueta lápiz fina, slim pero no exagerado. Sastrería tradicional con americanas tanto sencillas (de un sólo botón) como cruzadas (las double breasted de una hilera y dos botones),
éstas ultimas las más repetidas en Milán (de momento) no sólo en Gucci
fueron una de las apuestas principales. Trajes en negro, azul
tinta-noche, burdeos y algunos con tejidos de trama estampada también en flores a lo wallpaper.
Estilismos de estilo 70s pero ultra-sofisticados que mezclan prints diversos, las flores no van solas sino que los optical o gráficos acompañan la jugada. Varios estampados en un mismo outfit aunque siempre color combinados, nada de estridencias que no peguen, conjuntos completos de la cabeza a los pies.
En cuanto a prendas exteriores pudimos ver casi de todo, desde el pea coat esta vez en piel (en degradé arena más gris) o en paño rematando con cuello de pelo eso sí (en burdeos más negro), fueron algunos de los abrigos de las algunas salidas. La cazadora de tweed con bolsillos en básico gris o los imponentes abrigos clásicos de gran porte (los guiños al oversize éstos últimos), eran las piezas clave para vestir, unos hombres muy ‘arreglados’.
Punto y aparte
Mención especial se merece el punto, grueso, trenzado y haciendo ochos, los jerséis estilo ‘abuelo’
estarán a la orden del día. Cortos, en su talla justa y con cuello a la
caja en una trama de punto que permite ver la parte de abajo creando
internaste superstición que juegan con el color.
Calzado y accesorios más que sibaritas
Calzado bicolor que mezcla piel (de becerro) brillante charolada más mate, en un mismo color pero con matices tonales, apuntados y de horma redonda alargada. Vale todo el zapato y el botín, éste ultimo mejor lucido si el pantalón tiende a la pesca.
De los bolsos a cual mejor, doctor, weekend o tote bags,
los tres formatos predilectos y en materiales desde los de piel de
reptil a los de de piel de melocotón estampados. Todos magníficos complementos de un boho-dandi actual y muy trabajador, perfectos para el día a día.
Pañuelos de seda estampados al cuello y sin nudo
que sustituyen a la corbata – ni rastro de ellas por cierto – gafas de
aviador de corte xl con cristales que dejan ver los ojos y monturas
doradas complementa la propuesta.
Como nota de belleza y grooming destacar los pelos muy naturales de efecto no peinado, con flequillos desfilados
muy repetidos en la desfiles de la casa – unos más largos que otros -, o
las coletillas bajas para los ‘melenas’. Sendos estilos perfectos para
caras totalmente afeitadas que dan una imagen fresca y muy juvenil.
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