miércoles, 27 de enero de 2010

Camiseros

Espero que les guste, y aprovecho para decirles que me voy de vacaciones bloggeras. Tengo varios pendientes, no consigo acomodar bien mis ideas y siento que hay algo que no cuaja bien con el blog, estoy seguro que es la nueva carátula; la cambiaré en cuanto tenga tiempo de hacerlo. Espero estar de vuelta cuando comience Febrero

Antes de irme, dejo una entrada con varias posdatas. El primero es para recomendarles el blog de Paws, una amiga que recomienda varios sitios, series y películas diariamente. Se llama Um Per Dia y lo pueden visitar. Si encuentran algo de su interés, no olviden dejar un comentario.

La segunda respecta a¿alguien sabe qué le ha pasado?

La tercera fue una idea que me dio Daniela de y la comentaré con más detalle próximamente.

La cuarta –ya casi acabo- es para el Sr. Q. Tengo un link en youtube que le encantará, si lo ven le dicen que pase al blog y dé click .

La quinta es para avisarles que mi rodilla ya sanó. Por fortuna sólo me lastimé un tendón y está –casi- como nuevo.

Y por último, ya comenzó la semana de la moda para hombre, luego la comentamos.




Hace ya una semana que salimos de París. Debo admitir que el viaje por tren fue muy cómodo, si exceptuamos el paso por el túnel de San Gotardo... ya sabes, miedo a la oscuridad.

Nunca había estado en esta ciudad. H. sí, pero vino antes de la guerra, cuando aún era una niña. En Venecia siguen las góndolas, el agua verdosa y el olor a pantano que nos ha seguido desde que llegamos. El escritor que me recomendaste, Thomas Mann, escribió una novela sobre la ciudad y la comparaba con una bella joven con el pelo y ropaje sucios y abandonados. Creo que tiene razón.



Las playas son grises y suelen estar desiertas. Sobra decir que aquí no es la Riviera de aguas turquesas, pero el mar es igual de calmado. Hemos visitado el Lido, una estrecha isleta con nombre de cabaret. Tiene su encanto: buena comida, un acogedor hotel y otros edificios de interés. El lugar está sorprendentemente vacío para la época del año. Hasta ahora nos hemos encontrado con algunas inglesas gordas y viejas y un par de matrimonios jóvenes en su viaje de bodas. Pobres, no saben lo que les espera.

Supongo que el viaje ha sido de alguna utilidad porque H. y yo hemos intercambiado algunas frases en estos días. Pero no hemos tenido mucho éxito, asíque prefiero visitar la ciudad por mi cuenta. Ya te mandaré las fotos a su debido tiempo.



Lamento haber interrumpido la carta. Sabes que siempre que me siento a escribir algo sucede y mis pensamientos quedan mutilados. Esta vez estaba cansado y me fui a dormir. Me olvidé de ella dos días seguidos, espero que no te moleste.

Ayer H. vino conmigo a recorrer la plaza de San Marcos. Nuestro camino transcurrió en absoluto silencio hasta que, sin pensarlo se volvió y me dijo "¿sabías que Gustav Mahler vivió aquí un tiempo?" Le dije "Sí, lo habré leído en algún lado. ¿A qué vino?". Me miró con esa mirada tan especial que usa cuando quiere decir algo y no puede. "A prolongar su vida. Inútilmente". No necesitamos romper el silencio tan a menudo cuando nos decimos tanto en charlas como esta.

Tomamos después un bote que nos dejó en Murano. Ninguno de los dos quería hablar. No sabía qué decir y en el fondo creo que no necesitaba abrir la boca en absoluto. Pero hablábamos de la isla. Debes conocerla: ahí recluían a los artistas del vidrio para que su arte quedara en el más absoluto de los secretos. Tuvieron éxito, pero sólo por unos siglos.



Le compré un collar. Habían jarrones, vasos, unas pequeñas esculturas en vidrio que asemejaban caramelos... pero quería un collar para ella. Le agradó mucho, porque me sonrió y se recogió el pelo para que se lo pusiera. Como no queríamos comprar nada más, nos fuimos, continuando en silencio hasta el muelle.

En Venecia la usual paz de las góndolas está siendo interrumpida por los botes de motor. Y me da gusto porque así llegamos más rápido a las islas de esta ciudad italiana. La modernidad me hace feliz.



Pasamos al hotel para cambiarnos, pues H. y yo íbamos a visitar a una de sus múltiples amigas. Son las de su madre en realidad. Se llama Luisa Casati y protagonizó algunos escándalos hace años. Ya sabes cómo son estos nobles italianos: excéntricos, arruinados y con delirios de grandeza. Esta mujer vive en un decadente palacio con vista al puente de Rialto, en la parte más icónica de Venecia. Ella y su excentricidad me fascinaron.... y repugnaron a la vez. Tan sólo te daré un detalle: me extendió la mano con una serpiente enroscada en la muñeca. Dudé antes de besarla.



H. estaba especialmente hermosa en esa ocasión: se puso un vestido rojo con el collar de Murano que le di. No sabía que tuviera uno. Cuando comienzas a omitir detalles como esos puedes decir que el amor se enfrió. Ella dice que encargó su vestido en París antes de partir.

Conversaba con Luisa Casati sobre la austeridad que nos rodea desde hace un par de años. "Todas esas mujeres vestidas con tonos apagado, o peor aún, hija, ¡como fichas de dominó! Me repugnan. ¿No saben acaso que el lujo siempre será elegante? H. asintió y yo estuve a punto de decir que encargamos un *tailleur* blanco y negro para ella en la Rue Cambon pero me pateó por debajo de la mesa. A veces me pregunto si me lee el pensamiento. Si es así ¿por qué no hace un esfuerzo por decirme qué es lo que sucede?



Salios de ese palacio tan particular y nos dividimos. Con un breve intercambio de palabras decidimos que nos iríamos al día siguientes, es decir, hoy. Antes de pasar nuestra última noche en Venecia decidí ir al Lido por última vez. Quería ver la puesta de sol en el Adriático.

En la playa estaban algunas muchachas con pantalones rayados, chapoteando entre las olas. Encendí un cigarrillo mientras veía la puesta de sol. El Lido se pintó de ámbar en ese mismo instante y me pareció realmente bello. Era un momento perfecto.



Voltée a mi derecha y la vi venir. Caminaba con lentitud y no le importaba que el viento la despeinada. Se había cambiado, llevaba puesto un vestido de noche en color arena. Cuando llegó hasta mí sólo me sonrió, me tomó de la mano y nos alejamos sin decir nada. Una banda de música tocaba a lo lerjos una canción que no alcancé a distinguir, mientras que en la ciudad comenzaba ya a oscurecer.

Hoy nos vamos. Cuando recibas esta carta, ya habremos partido. Hemos estabdo hablando con más regularidad y eso me alegra. No sé si para H. significará algo este viaje pero a mí meacompañará por el resto de mi vida. Aún si H. y yo tomamos caminos separados al llegar a París.

Me alegra que les hayan gustado mis dos primeras sugerencias. Hoy les presento otras dos.


Caso 3: Entrevista en una compañía "seria"... en tiempo de lluvias.

Cuando llueve en México parece que el cielo cae a pedazos. Entonces, lo mejor es crear una combinación que se vea presentable sin olvidar el estado del tiempo. Veamos:





-Una gabardina minimalista evitará que te veas demasiado militar.
-Un recogido sencillo evita el odiado frizz. En este caso sí puedes excederte con el spray para mantener tu peinado en forma
-Un pantalón café es un básico y da presentación sin que recurras al negro o al azul marino
-¿Te gusta sorprender? ¿Qué tal usar una blusa floral debajo de la gabardina?
-Usar tacones altísimos es peligroso en el pavimento mojado. Sustitúyelos por unos pumps de tacón medio.
-Y por último, tienes dos opciones para el bolso: un clutch grande para guardar documentos o un bolso claro.


Caso 4: Trabajo de verano.

Tiendas de videos, compañías de telemarketing, boutiques, algunos almacenes... estos suelen ser empleos temporales para juntar un poco de dinero entre dos ciclos escolares o un receso profesional. En estos empleos buscan una buena presentación sin que se llegue al traje sastre. Una opción fresca y relajada sería esto:




-El vestido camisero (cortesía de ) es una buena elección y un cinturón ancho define la figura (la cual suele perderse con un vestido recto. Eso sí, no lo desabotones para no mostrar de más. Enseñar para conseguir empleo no es una buena opción.
-Unos brazaletes discretos van bien con un vestido camisero. Dos o tres están bien.
-Unas sandalias de cuña no serían muy apropiadas para los tres casos anteriores pero para este sí. Alguna vez, cuando trabajé en una companía de telemercadeo, veía a mis compañeras de trabajo llegar con ropa deportiva. Por tanto, me consta que los códigos del vestir son más relajados.
-Por último, un bolso grande y en tonos neutro complementará tu atuendo sin hacerte ver desarreglada. ¿El pelo? déjalo natural, tal vez con un poco de volumen.


Sabemos que la moda es maravillosa porque una correcta selección de las prendas comunica un mensaje apropiado a los demás. Sabemos que, en un mundo de voguettes y tallas 0 y 00 aún existen cientos de opciones para cada cuerpo. Sabemos también que una buena presentación es esencial para conseguir un buen empleo. Por eso me dedicaré a hacer 3 posts recomendando combinaciones para ir a una entrevista de trabajo. Y lo mejor: las he ordenado de manera que puedan ser accesibles (da igual si hago la mezcla con un pantalón Yves Saint Laurent, podrán encontrar algo parecido en las tiendas).

En fin, comencemos con algo básico y que es más factible de encontrar en México

Caso 1: Una entrevista de un trabajo en una oficina de una pequeña o mediana.

Este tipo de oficinas suele pedir un cierto código de vestir para evitar el caos en su empresa. Así que, si la entrevista es para aquel puesto como secretaria, en contabilidad, o en Recursos Humanos, es una buena idea adaptar esta propuesta a lo que tengas en tu closet y puedas comprar sin que signifique un gran gasto para tí.





Analicemos por partes:

-El pantalón de tono neutro favorece a muchos tipos de cuerpo y es más cómodo que llevar una falda. Recuerda que los pantalones a la cadera no van en este ni en muchos tipos de empleos.

-Una blusa con aplicaciones (escarolas, volantes o lo que sea) es un clásico laboral, pero los detalles lo salvan de ser demasiado corporativo y causan una impresión más profunda.

-En un bolso como ese puedes meter una carpeta (folder) con tu CV, referencias y demás. Por otro lado, no debes sobrecargarlo, sólo llevar lo necesario (dinero, maquillaje, el celular, una pluma y algo para anotar. No más).

-Respecto al pelo, no es necesario visitar el salón. Basta con que esté bien lavado y peinado y con un toque de spray para evitar que el pelo estorbe. El maquillaje tampoco debe ser muy llamativo, pero es mejor evitar la "cara lavada". Un poco de sombra, blush y labial harán el resto.

-Por último, unos zapatos en tono oscuro quedan bien y el peep toe ayuda a que tu pie respire un poco sin restar formalidad. Si es posible, busca unos zapatos un poco más bajos que los de la foto.

En conjunto es un look sobrio sin ser aburrido y diferente sin llegar a la excentricidad (algo mal visto en este tipo de empresas).


Caso 2: Entrevista en oficina de gobierno, banco, compañía grande o corporativo con múltiples sedes.


En este caso los códigos suelen ser más estrictos. Todos, exceptuando las oficinas de gobierno, suelen pedir un tipo de color o incluso dan un uniforme a sus empleados. Para la entrevista, un estilismo que denote profesionalismo y seguridad será la clave para el éxito.




-Un saco como el de la foto puede gritar "años 80" si lo escoges en rayas de gis o con un corte demasiado holgado. No abuses de las hombreras y busca que sea ancho sin que se cuelgue en cualquier parte de tu cuerpo.

-Un pantalón ligeramente ancho y de cintura alta es un estilo que ha sido retomado en las pasarelas y puedes adaptarlo a tu vida diaria. Es ideal para este tipo de empleo porque no enseña, es sobrio y es más presentable que un pantalón skinny o a la cadera. Trata de que el pantalón sea ligeramente holgado de las caderas y se ajuste un poco a la altura del tobillo. Esto aumentará tu estatura.

El traje puede verse demasiado masculino si no lo equilibras bien, para eso necesitarás:

-Una blusa con lazo. No vas a llevar una corbata (eso sería demasiado para algunos), pero un lazo romperá la sobriedad y hará tu atuendo más interesante.

-Unos femeninos botines (o ankle boots). El tacón balanceará tu apariencia. ¿No tienes botines de tacón? Un par de tacones negros quedan bien.

-Un peinado un poco más elaborado que en el Caso 1. Recuerda, es una oficina con más exigencias, pero eso no significa que debas abusar de la formalidad. Este peinado se puede imitar fácilmente usando rulos -tubos-, una secadora y la cantidad suficiente de spray como para mantener al pelo en su sitio sin que se vea acartonado. Además, una melena esponjada se verá más femenina que una tirante cola de caballo. Eso sí, olvídate del maquillaje de la foto y sustitúyelo por algo más neutral, pero no invisible.

-Un bolso sobrio. ¿Quieres jugar con la masculinidad de tu traje? Búscalo de tal manera que guarde cierto parecido con un portafolios.


Para terminar, un par de consejos de la gran diseñadora de vestuario Edith Head (busquen entre los más recientes post dey uno de un servidor:

1.- "Trata de preguntar a alguien que labore en tu futuro empleo cómo se suelen vestir las empleadas. Si no te es posible, ve a las oficinas al medio día, cuando los empleados salen a comer, y obsérvalos."

2.- "Vístete para conseguir el empleo que deseas. Cuando lo consigas, relaja un poco tu vestimenta"

3.- Vístete con prendas que hayas usado por lo menos una sola vez. De ese modo tendrás menos cosas de qué preocuparte... y evitarás las sorpresas desagradables.

Espero les haya gusta

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