QUE ME PONGO

En mi vida anterior un vestido de Emilio Pucci me habría hororizado. Todos estos colores, todos estos dibujos, qué horterada! Pero hace poco y a raíz de la venta de prendas vintage de Pucci en Yoox empecé a fijarme en la ropa de esta marca. Y me imaginé una chica tipo cine italiano de los 60, con el típico recogido de esos años, con sus zapatitos de punta redondeada, con alguna joya de oro. Y la verdad es que no me importaría disfrazarme un día de italiana de los 60.

¿Quién les hace las fotos a las chicas que publican fotos de ellas mismas en su blog de street style?
¿Cuál es la cámara más fashion para llevar en tu clutch cuando haces de blogger de street style? (una palabra inglesa más y vomito).

Hoy no me apetecía nada estudiado o complicado. Me he puesto con mis artículos seleccionado de Polyvore y he elegido lo que más me apetecía. Así acabó aquí la camisa de seda, los shorts “militares”, los zapatos de Chloé, mi pulsera con calavera de Alexander McQueen. Para que no parezca un look de estudiante que se ha puesto lo primero que ha encontrado limpio y planchado (planchados?..  los shorts?..), unas gafas en plan Audrey Hepburn para crear la imagen de alguien más que fashion aware, pero que hoy ha decidido relajarse (con estilo). Lo que me faltaba era el bolso. No me convencía nada de lo que tenía seleccionado. Así que me fui “de compras” por internet. Y (casualidades de la vida) todos los bolsos que me gustaban eran de Prada!!! Eso me ha recordado lo que siempre dice mi marido cuando vamos a comprar algo: “Para ahorrar tiempo tenemos que entrar en la tienda y preguntar por lo más caro que tienen. Porque es lo que acabamos eligiendo siempre.”

En la “carta de la directora” de Vogue que abre la revista este mes se hablaba de que un equipo de televisión tenía que ir a grabar a sus oficinas y que todo el mundo hablaba que hay que vestirse de negro con toques de camel y blanco. Me hizo gracia. Con que los periodistas demoda también van con uniforme negro. Y yo pensaba que sólo los del mundo del arte contemporaneo juegan a esto. Y los heavy. Y los goticos. Y los punk. Y los grunge. Y los adolescentes con tendencias suicidas. Si es que no hay nada como ser original. Pues eso, que me he fabricado un look por si un día me ficha Vogue España.
Un LBD, para ir sobre lo seguro, el bolso y los zapatos camel, las gafas de aviador para quitarle glamur al outfit, que es para trabajar al fin y al cabo, aunque vengan los de la tele, y la pulsera con calavera, para darle un toque “edgy” (también

Hace un tiempo vi en una revista un look basado en una chaqueta Chanel combinada con shorts vaqueros y camiseta de algodón. Me encantó, así que intenté reproducirlo con el Polyvore. Una vez terminado, pensé que es una aberración. Es imposible que alguien lleve una chaqueta que puede costar uno o más sueldos con vaqueros y camiseta. Por eso dejé este ejercicio en la carpeta de borradores, pero sin pensar en publicarlo algún día.
Sin embargo y gracias al revuelo montado la semana pasada  he vuelto a pensar en este look. Y me he dado cuenta que sí es posible que alguien se ponga esta ropa: Coco Chanel. Este look es todo lo que ella defendía: ropa cómoda, telas “vulgares” para piezas exquisitas, te vistes para ti, no para los hombres. El precio? Es un detalle anecdótico. Con lo cual una autentica chaqueta de Chanel tiene más sentido con shorts vaqueros que con falda de seda.
Desde el punto de vista del arte, es también un discurso curioso: Chanel coge una tela basta, crea con ella algo contrario a lo elegante de su época, crea algo práctico. Sin embargo los años hacen de esta pieza lo contrario: algo muy elegante y caro, ergo poco práctico. Ponértela con vaqueros es un gesto para devolverle el significado inicial.