viernes, 3 de septiembre de 2010

QUE ME PONGO

Jacqueline Kennedy, una de las mujeres más imitadas del siglo XX por su elegancia y estilo, vuelve a ser un referente en la moda, tras meterse en su piel las actrices Rachel Weisz y Katie Holmes. Carla Bruni también se rinde ante su imponente estilo.
Basta con leer las últimas declaraciones que la esposa del presidente francés, Carla Bruni, ha realizado a la revista Vanity Fair para saber que Jacqueline Kennedy marcó un antes y un después en el estilo de las mujeres publicas.
"Era muy joven y moderna y, desde luego, de manera inconsciente me proyectaría más como Jackie Kennedy que, por ejemplo, como la señora De Gaulle, que era la clásica francesa detrás de su marido", dice a la revista la modelo y cantante.
Imitada por actrices y mujeres de alta sociedad
A Carla Bruni le gusta lucir espléndida ataviada con prendas que recuerdan el personalísimo estilo que Jacqueline Kennedy implantó en la década de los sesenta y que fue imitado por actrices de Hollywood y cientos de mujeres de la alta sociedad.
A Jacqueline se le atribuye la capacidad de refrescar y modernizar la estética más clásica americana con notas informales y deportivas. Su nombre, íntimamente ligado al buen gusto y el refinamiento, abandera el estilo Jackie, como se la conocía popularmente.
Su belleza serena, su constitución menuda y delgada y su porte natural junto con los exquisitos diseños que exhibía de Givenchy, Valentino, Chanel y Balenciaga le ayudaron a convertirse en un icono de referencia, al mismo tiempo que en musa de los diseñadores.
Jackie fan de Valentino
En muchas ocasiones el costurero Valentino ha agradecido públicamente a la siempre elegante Jackie el haber llevado sus vestidos, que de alguna manera le otorgó mayor prestigio y el aupó como diseñador más deseado entre la celebridades de todo el mundo. "Fue la señora que creó Valentino y yo fui el que hizo cientos de vestidos para ella", decía el modisto.
Esta temporada, su estilo, que marcó toda una época, está más vivo que nunca gracias a la interpretación que las actrices Rachel Weisz y Kate Holmes hacen el filme Jackie y en la miniserie The Kennedys , respectivamente.
Rompió esquemas con su estilo único
Atractiva, sexy, fina y cultivada, Jackie Kennedy, que se educó en la escuela de Miss Porter en Farmington, destaca por infundir el arte de la conversación y los buenos modales, ha sido la primera dama de Estados Unidos con más estilo de todos los tiempos. Su personalidad, su saber estar, su forma de vestir clásica y recatada, al mismo tiempo que jovial y vanguardista revolucionó la Casa Blanca y se convirtió en un icono a seguir, en una leyenda.
Alejada de la tradicional imagen que se tenía de la esposa del presidente, Jacqueline supo lucir como nadie una estética sobria y minimalista que le acompañó siempre y le permitió convertirse en el centro de atención de todas las recepciones y cenas de gala.
Su distinción y clase natural sumada a su habilidad a la hora de combinar prendas informales con otras más clásicas dieron como resultado el estilo Jackie, un look con reminiscencias de la alta costura de París que lo hizo personal, aunque no intrasferible.
Desde Carolina de Mónaco hasta Angelina Jolie se han inspirado en su estilo
Desde ese momento, todas las mujeres han querido ser como ella y princesas, actrices y famosas como Carolina de Mónaco, Mary Donaldson, Angelina Jolie, Victoria Beckham, Gwyneth Paltrow, Jennifer López, Eva Mendes, Claudia Schiffer o Michelle Obama, actual primera dama de Estados Unidos, discretamente han sucumbido e imitado su estilo.
Han copiado su melena cardada, las gafas tamaño king size de pasta negra, los collares y pendientes de perlas, así como los broches, los casquetes y sombreritos, los zapatos de punta cuadrada, las manoletinas y los guantes de piel tintado en colores tan atractivos como rojo, coral o violeta.
Ocultaba sus defectos
Consciente de sus imperfecciones, estudiaba al detalle su estilismo y se esforzaba para proyectar una imagen acorde para cada ocasión. Le gustaba utilizar prendas que le ayudaban a realzar su belleza al mismo tiempo que ocultaban sus defectos.
Cuando deseaba mostrar una imagen etérea y romántica apostaba por vestidos con largo a la rodilla y sueltos en colores luminosos como el rosa palo, el fucsia, el amarillo, el salón o el verde esmeralda. Apenas usaba estampados florales y el negro lo reservaba para ocasiones especiales.
Le volvían loca los trajes de chaqueta con falda y los vestidos ceñidos a la cintura con coquetos cinturones, que solía combinar con carteras de mano o bolso con cadena para colgar al hombro. La capa, la minifalda, la chaqueta corta, el pantalón ajustado y tobillero y la camiseta marinera.
Pero el estilo Jackie es algo más que un estilismo inmaculado. Es una actitud ante la vida, una forma de pesar e incluso de vivir el amor.

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